Thursday, February 12, 2009

Debe ser una afección del hígado

Si hay algo peor que un grupo de médicos es estar en un grupo de médicos sin ser uno de ellos. No sé con certeza en qué momento pasó, pero yo, periodista, terminé rodeado de amigos graduados de la facultad de medicina.

Hablar con un grupo de médicos de manera civilizada es imposible. Todo el tiempo hablan de sus pacientes, la enfermedad de moda, sus consultorios, los tratamientos que están siguiendo, el libro (no de literatura) que están leyendo, la asociación a la que se adhirieron y la sub especialización que piensan estudiar.

No sé si lo hacen de manera conciente, pero un diálogo informal se vuelve especializado, y un "no médico" inevitablemente termina sintiéndose como un idiota.

Un día no lo soporté más y me uní a su grosería:

- Muchachos, y ahora que hablan de estas cosas, ¿qué es una epanodiplosis?

El silencio inundó el recinto y las miradas médicas se cruzaron. Empezaron los diagnósticos de afán, como si todos trabajaran en una EPS.

- Debe ser una anomalía del hígado.
- Creo que hace poco oí la palabra en una conferencia.
- No estoy muy seguro, pero llamemos al Dr. Abaunza.

El tema murió y yo celebré mi victoria de manera silenciosa y prematura, a la espera de que alguno no aguantara la curiosidad. Una hora después, uno de los médicos rompió el silencio.

- Juan, ¿qué es una epanodiplosis?

- Es un término literario. ¿Has visto cuando un verso comienza y acaba con una misma palabra? Esa es una epanodiplosis.


Desde ese día hablamos más de música y fútbol.